Como en casa
Con un yate Ferretti es posible viajar sin salir de casa, porque despertamos cada día con unas vistas diferentes de nuevos horizontes por explorar, inmersos en el lujo absoluto. El yate se convierte en un espacio que es personal e íntimo, pero también libre e interesante. Un lugar privado y exclusivo donde relajarse, sentirse bien y abrazar el encanto del mundo que hay fuera.
Navegar es una experiencia auténtica, donde la percepción se convierte en emoción, con una única sensación predominante: la de sentirse en casa.
Hogar, confort, un viaje, el mar. Conceptos muy claros que inspiran a Ferretti Yachts para construir embarcaciones inmaculadas que encarnan la personalidad de sus armadores y sus deseos más profundos.